Era…
-¿Quién eres tu?- era un
chico alto, moreno, muy apuesto y musculoso, tendría 21 o 22 años, no más. Pelo
castaño y unos ojos marrones tirando a negros. Llevaba unos pantalones vaqueros
negros y una blusa de mangas cortas negra bastante ajustada.
-Ven conmigo.- Me cogió de
la muñeca con fuerza y empezó a andar con mucha seguridad hacia el gran balcón
de la biblioteca. Parecía que se iba a tirar y me iba a llevar con él.
-¿Pero qué estas haciendo?
¿Estás loco? ¿Adonde me llevas? ¿Y… quién eres?- pregunté, con la voz
temblando.
-Ahora no hay tiempo para
explicaciones, y no estoy loco, debemos salir de aquí.- volvió a cogerme de la
muñeca pero yo la retiré con fuerza.
-No me voy a ninguna parte
con ningún extraño ¿sabes? O me das las explicaciones ahora o no haré nada de
lo que tú me digas. –Dije en un tono un poco enfadado. De pronto el miedo y el
frío volvieron a apoderarse de mí, ese tipo estaba cerca… de nuevo. Aquel chico
también lo sintió.
-Otra vez…- dije. El chico
me cogió en brazos velozmente apenas sin darme cuenta.
-Cuando estés a salvo… te
explicaré todo.- dijo clavándome la mirada, nuestros rostros estaban a escasos
centímetros, ya que estaba en sus brazos, se notaba que era bastante fuerte.
Entonces empezó a andar firmemente hacia el balcón, se quedó parado en el
borde. Para no mirar hacia abajo volví la mirada hacia las puertas del balcón y
allí estaba la figura con aquella capucha negra. Pegué un grito de exclamación,
indicándole a aquel chico que el tipo encapuchado estaba bastante cerca.
-Agárrate fuerte.- dijo.
-¿Estas seguro de esto? No
creo que sea una buena…- no me dejó ni terminar la frase cuando saltó. Pensaba
que iba a morir definitivamente, miré la cara del chico parecía bastante seguro
de lo que hacía, a pesar de que estábamos cayendo tres pisos. Yo no podía
aguantar el aire que me daba con tanta fuerza en la cara y me refugié en el
cuello del chico.
El chico paró de repente,
y me bajó de sus brazos.
-Ahora ven, aún no estás a
salvo.- me cogió de la muñeca y empezó a correr hacia la zona de aparcamientos
que había enfrente de la biblioteca. Él montó en una moto negra, parecía recién
comprada y bastante cara.
-¿Es tuya?
-No exactamente. Anda
móntate, tenemos que irnos de aquí.
-Aun no me as dicho tu
nombre y esta vez no me voy hasta que no me lo digas. –dije muy seria.
-Las chicas de hoy en día
siempre mandando a los hombres cuando eso debería de ser al revés. – dijo en
plan irónico.
-Las mujeres de hoy en
día, son como siempre han tenido que ser.
-¿Te vas a montar o qué?
-Cuando me digas tu
nombre.
-Eres como esas que no
paran de molestar hasta que no consiguen lo que quieren ¿verdad?- se me quedó
mirando con una cara como si estuviera recordando a alguien que no era yo.
-Sí.- dije, segura de mí
misma.
-Me llamo Tonny,
¿contenta?-En ese momento sentía de nuevo el frío, ¿es que ese tipo no se cansa
nunca? Él me avisó con la mirada que el tipo estaba detrás de mí, en ese
momento él encendió el motor, me monté en ella tan rápido como pude y nos
largamos de allí.
Paramos enfrente de una
casa muy lujosa, en el bosque, apartada de la ciudad con unas vistas preciosas.
-Ven, sígueme.- nos
dirigimos hacia la puerta de aquella casa. Estaba todo ordenado y todo con un
color blanco resplandeciente, si había alguien encargada de limpiar la casa
hacía un buen trabajo, aunque parecía solitario.
-¿Dónde estamos? –le dije
mirando a todas partes y con la boca abierta.
-Desgraciadamente en tu
nueva casa…por un tiempo.- dijo tirándose en el sofá, se notaba que estaba
cansado y mirándome con una cara esperando mi reacción.
-¡¿Aquí voy a vivir…por un
tiempo?!
-Si.- dijo él sin más.
-¡No!
-¿No?
-No, tengo un montón de
cosas que hacer, seguro que Lucas está en la biblioteca buscándome...algo no
muy probable.
-¿Por qué te buscaría un
chico a ti? Además la biblioteca ya ha cerrado ¿no ves la hora que es?
-Porque quedamos, ¿vale? y
es mi amigo, además por tu culpa he dejado mis cosas en la biblioteca y mis
padres estarán muy preocupados por mí.- dije intentando respirar
tranquilamente.
-Pues muy bien.- dijo,
como el típico chico que pasa de los problemas de los demás.
-¿¡Pues muy bien!? ¿Qué
significa eso?
-Nada. –seguía pasando de
mi.
-¿Oye en esta casa vives
tu solo? Porque necesito hablar con alguien que no seas tú.
-No, la gente vendrá
mañana por la mañana. Han ido de viaje.- aunque si quieres hablar con Oli…
-¿Quien es Oli?
-El gato, debe estar por
ahí.
-¡Oísh!- dije ya
enfadada.- ¿Por qué eres...?
-¿Como? ¿Odioso?- me
interrumpió.
-Sí. Eso.
-Pues sinceramente no se,
es algo natural.- dijo con una sonrisa. La verdad tenía una sonrisa bastante
bonita.
-Oye ¿Qué es lo que me
está persiguiendo?
-Un Grill.
-¿Un Grill? ¿Qué es eso?
-Es un seguidor de Rasfal.
-¿Quién es Rasfal?-De
repente suena la puerta << ¡Toc, toc!>>. Alguien estaba llamando.
-¿Esperas visita?- dije
todavía con un tono enfadado.
-No. Y los chicos no
pueden ser porque están de viaje así que, alguien debió descubrir ‘El tilage’ y
eso no es bueno.-Dijo bastante serio. Se dirigió hacia la puerta apoyando la
mano en el picaporte.
-¿El qué?
-Cállate y escóndete
rápido. Que nadie te vea.- en ese momento mira por el agujero de la puerta. Mientras
que yo me fui al cuarto de atrás por detrás de la puerta viendo lo que hacía
Tonny.
-¡Mierda! No veo a
nadie...-dijo susurrando para él. Entonces abre la puerta…
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